miércoles, 21 de julio de 2010

De Álvaro Baltazar Chanona Yza

LOS POETAS DE ROBERTO RESENDIZ EN CASA DE MAMA ROSA.

Que ningún hombre más
escupa sangre
para que otro
pueda ser feliz…

No tengo la certeza de cuan largo y ancho es el camino de regreso al purgatorio, no sé si al pasar por él, será posible ver en mis ojos el arrepentimiento ansiado, la sonrisa de las piedras que saben de mí, porque las he pateado o sin darme cuenta las pisé cuando iba de prisa, en busca de las muchas cosas que he perdido por esta sed enferma, que como todos ustedes, aún tengo por vivir haciendo uso de todos mis sentidos.

No sé si fue el café del Fénix que espantaba con su influjo travieso la pesadumbre de una noche llena de sueños imposibles, o los chongos zamoranos de la tarde previa que con sus sueros deliciosos arrojó de nuestras bocas, sólo por un momento -si se quiere- la amargura de alguna experiencia que deseamos olvidar para dar con mejores augurios el próximo paso. Pero entramos, sin previo aviso, a una habitación donde a diario luchan contra sus propios demonios, seiscientos, al menos, de todos los niños y adolescentes del mundo.

Y aquí se oyó paciente, sabia y liberadora la voz de Mario Z. Puglisi, poeta de Jalisco y editor independiente, rodeado por los ojos inquietantes de estos artistas cuyo talento ha recorrido ya cientos de relucientes tarimas y teatros cosmopolitas:

No tenemos así, más nada que esta inmensa laguna
forrada de huesos
y sueños de vernos en nuestros hijos y sus triunfos
y polvo de alquitrán en los pulmones
y sexo y droga y quizás amor, quizás un poco de amor.
Punto
Refugio para desamparados, ya sea por la sociedad o por sus mismos padres. A todos se les llama por su particular mote, no tienen nombre como su arte y como su voz, no son dueños de nada y son dueños de todo, porque comparten las mismas heridas, las mismas angustias, hasta la misma ropa, una guitarra, un violín o un piano viejo y lleno de reumas que no deja de sonar maravillosamente aún con todos sus achaques…atrapados en un instante surrealista y mágico, por el lente creador de la artista española Maribel Longueira.

Todos ellos son muy buenos para la música o cantar, en palabras de su propia madre. Siempre y cuando Mamá Rosa acepte el reto de enderezar sus tiernos tallos, que se han doblado hacia todos los puntos cardinales sin romperse. Muchos han sido delincuentes…hijos violentos del narcotráfico, de la violencia de nuestros hogares que no se cansa de arrojar a la calle sus espejos rotos, del abuso sexual, del oprobio de nuestros políticos ciegos y torpes, de nuestros legisladores miopes, de nuestras consciencias sordas y deshumanizadas. Aquí Judas llora por lo que somos capaces de hacer con estos cientos de Cristos por unas cuantas monedas que dolorosamente tintinean en nuestros bolsillos.

De las cruentas heridas de una vida sin pausas para meditar en la cercanía de Dios o en sus ausencias injustificadas cuando más necesitamos de su auxilio, de los ojos salientes de sus propias órbitas ante la acometida fúrica y temible de un padre alcohólico, del desamparo involuntario de una madre que pasa largas horas con las piernas varicosas en la espera de un cliente y su cuota de lástima y miseria indecibles, de esas bocas hambrientas de justicia, llenas de cicatrices que no se ven pero se sienten: la entonación, la riqueza, la pasión, la inteligencia, los adjetivos del silencio, el verbo encarnado en los ardientes pentagramas de Carl Orff y su cantata Carmina Burana con que nos despidieron ese día…y que se incrustan todavía como cientos de cuchillos en nuestro corazón, en nuestras carne aún sensible; y en las paredes de esa casa a media luz que cuida, limpia y todos los días construye y reconstruye con todos sus aliados y discípulos Mamá Rosa; después de salir en busca de una nueva alma perdida por las calles de Zamora, por los largos e inútiles pasillos del Ministerio Publico o por las celdas sucias y claustrofóbicas del Consejo Tutelar de Menores.

Hacer un camino como se hace un Poema, así lo dice esa mañana memorable de Junio la poeta venezolana Astrid Lander, quien con su acento delicioso y medieval, con su mirada de niña enamorada y buena; su piel blanca como la leche para los niños hambrientos de los siglos por venir, nos sigue diciendo:

Sigo flechas amarillas
para no perderme,
para salir de mi extravió.
Cuán difícil retomar la vuelta
la orientación,
aquietar la aguja de la brújula.
Si te despistas, temes.

Hablando del afán humano por alcanzar un sueño, Mahatma Gandhi dijo alguna vez: Tú y sólo tú escoges la manera en que vas a afectar el corazón de otros y esas decisiones son de lo que se trata la vida (y yo agregaría, es de lo que se trata la poesía). Se tu mismo el cambio que quieres ver en el mundo. Gracias Mamá Rosa por haberme abierto generosamente las puertas de tu casa, no como a un poeta más del que nadie dirá nada bueno o malo jamás…sino como a uno más de tus hijos musicales que no tienen nombre, porque todos se llaman igual delante del Amor y el Poema sin fin que es tu vida…



A propósito del XIV Encuentro Internacional de Poetas, Zamora 2010.
ALVARO BALTAZAR CHANONA YZA.
chanonayza@hotmail.com

jueves, 15 de julio de 2010

The King

Símbolo de los Estados Unidos de Norteamérica, del fervor y el fanatismo: Elvis Presley. En este impresionante video se le puede ver claramente influenciado por el alcohol y aún así canta con todo tino. El maestro, apesar de muchos, el rey: E. P. "Can´t help falling in love"