III (Estatuas)
Hay estatuas frente a nosotros
--que te miran con rara insistencia.
Leves----estatuas permanecidas.
---Yo te miro de reojo
comienzas a nacer en mí, extranjera
------------------de una forma tan extraña.
Dices "no hay ojos negros, los míos lo parecen
-porque así quieres verlos".
----Hay un beso tuyo que aquí tengo
secuestrado;
-es el primero,
--un beso con sabor distinto
un beso de partida, tuyo,
primogénito entre los tantos otros,
una boca roja, inocentemente hermosa.
-Tomas mi mano, miramos autos danzando sobre la avenida
rosándose al pasar de lado.
-Dices "no es Benito Juárez
es Mariano Otero". Yo sonrío,
sigo con tu beso secuestrado;
me vas robando de mí mismo.
-Voy, aunque resisto,
llenándome de tus silencios repartidos.
--Hay estatuas frente a nosotros
estatuas que, calladas, provocan en mí celos,
porque no han dejado de mirarte
-con una insistencia tan extraña;
-tu pelo recogido, tus ojos negros
--que no lo son, pero yo insisto--,
tu inocente ingenuidad que me rescata
------de todo lo aprendido.
-- Yo sonrío. Quisiera tener 21 años de nuevo,
no saber a qué sabe el daño,
quisiera no conocer más nada,
no padecer de distancia,
--que este amor no nos doliera tanto.
¿Qué vamos a hacer?
"regresa el tiempo" dicen tus labios semiabiertos.
-----Regresa el tiempo --qué poco sabemos, ambos, sobre esto--.
--Niña Hombre
-------Mujer Niño pequeño.
-----Regresa el tiempo...
Por un momento, cuando devuelvo el beso secuestrado
--por ese pequeño momento,
logro regresar el tiempo, cerrar los ojos a las estatuas,
--agotar las dolorosas distancias, retenerte,
---tú me arrancas cuando dices
"¿Qué vamos a hacer con esto?"
--Hay estatuas frente a nosotros
-----que te miran,
-yo te veo. Tomas mi mano
y sonrío...
------Punto.
Mario Z Puglisi
21/febrero/2009
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